sábado, 22 de abril de 2006

Reglas de la Realidad

REGLAS DE LA REALIDAD

Complementariedad.
La consciencia posee a la vez las características de partícula y de onda, de lo que se siguen una serie de pares de perspectivas conjugadas tales como hacer/ser, observación/participación, objetivo/subjetivo, o función/estructura. Estos pares no son opuestos polares ni mutuamente contradictorios; son estados alternativos de consciencia que se complementan unos a otros de acuerdo con los principios de incertidumbre y correspondencia.

Incertidumbre.
En su especificación simultánea los pares de propiedades complementarias de la consciencia se limitan mutuamente: la identificación precisa de una obscurece inevitablemente la otra. La optimización de la creatividad, de la habilidad analítica, de la capacidad artística o de la influencia anómala requiere un adecuado balance entre los componentes apropiados para una tarea específica. Para el análisis meticuloso se puede requerir un énfasis en características reduccionistas, objetivas, “de onda corta”; para experiencias estéticas, inspiracionales y trascendentes, se pueden requerir procesos holísticos, subjetivos, “de onda larga”. Pero no es una opción la maximización simultánea de ambos componentes; al excluir esta precisión bilateral, la regla de la incertidumbre define los márgenes de lo real.

Indistinguibilidad.
Compartir o diluir la identidad personal en la interacción con personas, máquinas, u otras partes importantes del entorno puede conducir a conductas de sistema resonante suficientemente distintas de las expectativas individuales como para ser vistas como “anómalas”. Esta conducta, sin embargo, es perfectamente normal para los sistemas cerrados; es anómala solamente para una combinación lineal de las conductas normales de los componentes separados.

Exclusión.
Los lazos más fuertes de la consciencia se producen cuando los participantes llenan los roles receptivo/asertivo en un dar y recibir activo. Si ambos participantes buscan el mismo rol, puede surgir un anti-rol o aversión. En ambos casos pueden aparecer efectos anómalos, pero de diferente carácter.

Correspondencia.
Los aspectos ondulatorios de la consciencia, y todas las anomalías que se le asocian, solo se manifiestan cuando su largo de onda – definido por la tasa de procesamiento de información – es comparable con o más largo que las dimensiones del contexto de entorno. Cuando su largo de onda es mucho más corto que esas dimensiones de entorno, la conducta y la experiencia se hacen particuladas. En ese caso la preponderancia de efectos potencialmente anómalos es suprimida por el tráfico analítico común de la mente.

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