Notas:
1. Escribo estas breves afirmaciones para responder a quienes han pedido mi opinión sobre estos temas.
2. Hablo de “tesis” en la acepción etimológica del término griego thésis: aserto, proposición. El término portugués colocação recoge también ese sentido.
3. Hablo de tesis “teológicas” en la acepción etimológica del término griego theología: decir sobre Dios, hablar acerca de Dios y lo que se le refiere.
4. He preferido plantear lo que digo sin hacer referencias a fuentes, las que podrían ser muchas.
Tesis:
1. De Dios en sí mismo no podemos hablar: es inefable, indecible, trascendente. Todo el esfuerzo de la teología es un acercarse a esa inefabilidad echando mano de mitos, descripciones, comparaciones. Todas las religiones hacen lo mismo.
2. Podemos tener un conocimiento de la existencia de Dios a través de la contemplación del mundo (conocimiento por extroversión) y en una experiencia interna (conocimiento por introversión), que – nuevamente – es inefable, pero de la cual muchos seres humanos dan testimonio, en distintas expresiones religiosas.
3. La afirmación de la existencia de Dios no es materia de fe, sino que de conocimiento que todo ser humano puede tener.
4. La fe consiste en aceptar el testimonio de otro en una materia que no nos conocida directamente.
5. La fe cristiana consiste en aceptar el testimonio de quienes nos dicen que vieron vivo a Jesús después de haberlo visto muerto. Los cristianos no creemos en “algo” (una lista de “verdades”, una “revelación”) sino que en “alguien”: Jesús muerto y resucitado.
6. Jesús, en su vida, no fundó ninguna “iglesia”. Pero la fe cristiana, y las iglesias que la profesan, se fundan en el Jesús postpascual, la persona de Jesús muerto y resucitado.
7. Los cristianos decimos que ese Jesús que es el contenido de nuestra fe, es palabra de Dios, que en él Dios nos habla.
8. Las comunidades cristianas han venido explicitando en afirmaciones teológicas ese mensaje de Dios a los hombres a través de Jesús, y las hemos expresado en los distintos “símbolos”, “credos” o “catecismos” como “revelación”. Todas esas afirmaciones no constituyen un contenido de la fe cristiana en la misma medida en que lo es la persona de Jesús: solamente en él y por él cobran sus sentidos.
9. No somos cristianos en la medida de nuestra adhesión a esos contenidos teológicos o a los valores que éstos proponen, sino que en la medida de nuestra fe en Jesús muerto y resucitado, que es el único referente para distinguir lo cristiano de lo no cristiano.
10. Las diferentes iglesias cristianas son comunidades humanas, defectibles, que se esfuerzan por hacer realidad la palabra de Dios a los hombres por Jesús. Sus esfuerzos y propuestas son marcados por sus distintas historias y culturas, y están en continua revisión para encontrar las maneras más adecuadas para transmitir ese mensaje en las distintas circunstancias de las vidas de los pueblos.
11. El mensaje de Jesús – como consta en los testimonios de los distintos libros que las comunidades cristianas han aceptado como “canónicos” y que se contienen en el “Nuevo Testamento” – se puede resumir en una palabra: “libertad”. Todo el mensaje de Jesús puede ser leído y comprendido bajo esa luz, y la fe del cristiano lo lleva a hacer realidad esa libertad en sí mismo y en el mundo en que vive.
martes, 15 de agosto de 2006
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Buenas noches, felicidades por ese espíritu de amor y fe
ResponderBorrarEstoy trabajando en mi tesis de licenciatura y le
Como poder hablar, escribir o investigar sobre el dolor de sentirse siervo inútil,? Cual seria el principio de un estudio de tesina? Gracias GOnzalo, dios te bendiga.
ResponderBorrarHOLA
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