Más allá de las certezas

"El único conocimiento que vale es el que se nutre de incerteza y el único pensamiento que vive es el que se mantiene a la temperatura de su propia destrucción" (Morin)

Micromundos

Curvamos nuestro espacio tiempo y damos origen a nuestros micromundos en los que orbitan nuestros eventos.

Un Nuevo Ciclo para la Educación

Éste es el blog del Taller de Educación del Instituto Igualdad

Revista Tendencias

Con este vínculo entran a la revista virtual Tendencias 21 que edita semanalmente mi amigo Eduardo Martínez en España, con interesantes reseñas de actualidad científica. La pueden recibir gratuitamente en su correl.

Dimensiones del universo

A propósito del comentario de Oscar Castro les puede interesar este vínculo.

Experiencia mística y físicos

Desde siempre, los hombres hemos dado testimonios de experiencias indecibles, que ván más allá de los lenguajes, que no pueden ser dichas con propiedad en nuestras descripciones. Por eso las hemos llamado "místicas", del griego "myéin", callar, cerrar la boca. En esas experiencias, lo que en los lenguajes corrientes aparece como dual, como oposición de contrarios, aparece como unidad que engloba contrarios. Talvez sea por eso que muchos físicos, ante las paradojas de la fìsica cuántica, hayan mirado con interés hacia los testimonios y mitos en que se expresa la experiencia mística. Sabemos, por ejemplo, de lo mucho que debemos a los libros de Fritjof Capra y otros de su tiempo.

Universo

El universo se nos muestra como una mente: una estructura noética autopoiética, un todo entrelazado que tiene sus ciclos de constante organización, esto es, de paso del desorden al orden, del caos al cosmos, de nuevas formas que también se transforman en busca de formas nuevas. Como nodos en esta red, nuestras vidas repiten esos ciclos y hemos de estar atentos a no perder de vista la ineluctabilidad del cambio. Bien y mal, dicha y quebranto forman el canto de todos que es nuestro propio canto. ¿Por qué temes? ¿Por qué dudas? Solo confía y espera.

Necesidades

No necesitas nada: todo está en tí. Tu ser está lleno hasta los bordes.

Tu Maestro

Tu Maestro está en tí. Si haces silencio escucharás su voz.

Tu Centro

Tu Centro coincide con el Centro del Todo porque desde él creas todo tu mundo. No existe nada fuera de ése tu mundo, y ese mundo lo creas tú, a partir de tu Centro. Lo que haces y dices, los temores y sus fantasmas. No existe un enemigo externo que pueda atacarte: tus enemigos son tu propio lado oscuro. Vive tu centro, toma conciencia de él, fortalécelo por tu trabajo ascético. Te harás invencible.

Tu sitio

Hay solo un punto en el que eres fuerte, solo una línea que es la tuya, solo un camino que tiene corazón para tí: ése es tu sitio. Si te sales de él, te pones al alcance de tu lado oscuro; te debilitas; tu camino pierde su corazón. Manténte en tu sitio, busca tu sitio, recupera tu sitio. Es uno solo: no dos ni más; no puedes hacer cualquier cosa en cualquier parte; no puedes ser lo que eres en cualquier lugar ni desde cualquier ángulo. Porque solo en tu sitio tu centro coincide con el centro del Todo.

Camina junto a un río

Que el camino de tu vida sea por la ribera de un río. El rastro a veces se pierde entre los matorrales, las lluvias lo borran, la gente lo dispersa. Y te sientes perdido. No sabes a dónde ir. Pero si tu camino va junto a un río, siempre sabrás dónde reencontrarlo; habrá una fina hebra azul a través del mapa de tu vida. Recuerda: si sigues el camino de tu río siempre llegarás a la arena tibia del mar.

Ver

Ver es otra cosa que solo mirar. Cuando ves, el universo se te muestra como un kósmos: un orden que tiene características de mente, una estructura noética autopoiética; se te mostrarán los nodos y su malla, las cosas en sus múltiples interrelaciones. Para ver debes parar el mundo que echas a andar con tus emociones y tus lenguajes, tu mundo de todos los días. Paras ese mundo cuando dejas atrás las descripciones de tu yo, tu historia, tu importancia personal. Así tu conciencia se amplía y aparece un conocimiento diferente, ves.

Ser receptivos

Nuestra vida transcurre en creación y receptividad. Lo creativo sin lo receptivo es cancerígeno. Lo receptivo sin lo creativo es castración. Yin y Yang son los dos componentes de la vida: siempre ambos. ¿Nuestra mejor disposición? Ciertamente que la receptividad: abrirnos al universo, ser tierra para que llegue el sol y la semilla y venga la flor y el fruto.