jueves, 15 de septiembre de 2005
La totalidad de nosotros mismos
La cultura occidental nos ha enseñado a adorar la razón, pero la razón es pobre: se relaciona solamente con el habla. Más allá está la voluntad, esa fuerza que sale de nosotros, que se relaciona con el sentir, el soñar y el ver. Entre razón y voluntad configuran nuestra totalidad corporal, pero más allá todavía está nuestra proyección hacia la otredad. Estas dimensiones nos dan la totalidad de nosotros mismos y la conciencia de pertenencia a un todo cuyas fuerzas están allí, aunque nuestra conciencia limitada a veces no alcance a describir.
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