jueves, 26 de abril de 2007

Vigilancia

Nuestro deambular por entre las diversas realidades que vamos construyendo nos impone la necesidad de la vigilancia. Siembre atentos, al acecho, con los ojos bien abiertos. Vigilar nuestra realidad física, para que transparente el espíritu. Vigilar nuestra realidad psíquica, para que se abra a la otredad. Vigilar nuestra realidad espiritual, para que seamos capaces de silencio. Vigilar nos lleva a ser dueños de nuestra vida: a vivir y no ser vividos. Vigilantes en todo momento, que un simple pestañear nos puede llevar muy lejos de nuestro sitio y nuestro camino. Caminar y vigilar, vigilar y caminar sin mirar para atrás.

viernes, 20 de abril de 2007

Una realidad aparte

Nos cuenta Carlos Castaneda que su acercamiento al hombre de conocimiento que fue don Juan Matus se produjo por un interés profesional del autor en conocer los usos de plantas alucinógenas por los grupos yaqui del sur de California. Era ése su tema de investigación en los cursos de antropología que seguía en la UCLA. Pero a poco andar la relación se invierte: el antropólogo se transforma en discípulo de su informante. El primer volumen (“Las enseñanzas de don Juan”) de sus informes de este encuentro muestra ese difícil camino de transformación, que termina con un inconcebible salto al vacío. Pero el antropólogo persiste, y al fin del libro Castaneda coloca un informe de corte tradicional que hace de esas enseñanzas un recuento descriptivo; lo titula “Un análisis estructural” y no convence a nadie. Es más adelante, en el segundo de sus libros (“Una realidad aparte”), editado tres años después del primero, que Carlos retoma su salto al vacío y va poco a poco desentrañando ese mundo nuevo en el que ha entrado a pesar de sí pero que ya no puede abandonar, y del que seguirá dando testimonio, libro tras libro, hasta dejarnos como legado un conjunto de ejercicios corporales (“Pases mágicos”) capaces de provocar ese salto al vacío. Y aquí está lo principal de su mensaje: todos podemos saltar al vacío porque todos tenemos una realidad aparte que construir. De hecho, todos estamos construyendo esa realidad aparte momento a momento, día tras día: toda realidad es una construcción de nuestra conciencia ante un medio que ella misma distingue y en el cual va reaccionando marcada por sus funciones propias, de origen personal y cultural. Todas nuestras realidades son realidades aparte: no existen dos realidades idénticas. Gracias a los lenguajes, especialmente la palabra, asignamos a nuestras realidades descripciones consensuadas socialmente, y podemos entendernos y convivir. Pero permanece lo básico: la absoluta individualidad de nuestras realidades, realidades aparte. Es de suma importancia y de una enorme riqueza poder darnos cuenta de ese “aparte” de nuestras realidades individuales, valorarlo, vivirlo: Carlos Castaneda, con don Juan, llama a esto “ver” y dice que para ver se hace necesario “parar el mundo” deteniendo las secuencias rutinarias de nuestras descripciones de todos los días. Es la tarea de nuestros espacios de meditación. Una invitación y un acto cabal de nosotros mismos.

lunes, 16 de abril de 2007

Epílogo

“Las palabras verdaderas no son bellas.
Las palabras bellas no son verdaderas.
El hombre bueno no discute.
El que discute no es hombre bueno.
El hombre sabio no es erudito.
El erudito no es sabio.
El sabio no acumula bienes
y cuanto más hace por los otros
tanto más gana para sí.
Cuanto más da a los otros
tanto más recibe para sí.
El camino del cielo se beneficia sin dañar.
El camino del sabio realiza sin esfuerzo”
(TTK LXXXI)
Cierro esta serie de breves comentarios sobre La Sabiduría del Tao con este último epigrama en que Lao Tse resume su doctrina, y es claro en sí mismo: no requiere mayor comentario.

jueves, 12 de abril de 2007

Saber

“El que sabe no habla
El que habla no sabe…”
(TTK LVI)
Comentario de Tchuang Tse: “Cuando la gente desea aprender la verdad recurre a los libros. Pero los libros son solamente palabras, y las palabras, si bien tienen algún valor, , éste reside en su significado. Ahora bien, este así llamado significado, que no es sino el esfuerzo que hacemos para aprehender algo de ese algo, no puede ser expresado verdaderamente en palabras”

lunes, 9 de abril de 2007

Enseñanza sin palabras

“La enseñanza sin palabras
el valor de la acción inactiva
pocos son en este mundo
los que llegan a comprender su eficacia”
(TTKXLIII)
El hombre del Tao enseña por el Ser, no por el hacer, y sigue en el epigrama siguiente:
“Por esto quien se apega a las cosas sufre mucho desgaste
Quien atesora mucho, mucho pierde
Quien sabe contenerse no cae en el deshonor
Quien sabe fijarse límites no sufre daño…”
(TTK XLIV)
Para esto se requiere vencer el deseo por la plenitud interior y el gozo de esa plenitud.

jueves, 5 de abril de 2007

El movimiento retrógrado

“El retorno es el movimiento del Tao,
la debilidad es la eficacia del Tao.
Todas las cosas bajo el Cielo nacen del Ser
y el Ser nace del no-Ser”
(TTK XL)
Es el proceso de conversión por el cual reviertes tu mirada desde tu entorno hacia tu misteriosa esencia. La eficacia del mundo visible, activo, exteriormente consistente, reside en el mundo invisible, inmutable, inconsistente. Optar por el Tao exige trascender lo activo para llegar al estado potencial primordial a través de una extrema simplicidad de la vida.

miércoles, 4 de abril de 2007

La sabiduría del Tao: La entrega

“Treinta rayos convergen en el cubo de una rueda
pero es de su vacío que depende la utilidad del carro.
Modelando la arcilla se hacen vasijas
pero es de su vacío que depende la utilidad de la vasija…”
(TTK XI)
Eres tú mismo no en lo que haces, sino en lo que no haces: en tu esencia consciente, más allá de los objetos sensibles, en tu puro ser luminoso y vacío desde el cual y en el cual eres vehículo del sentido de todo. Más allá del hacer, más allá del esfuerzo, más allá del logro y la realización, está la entrega, máxima y última identificación con la fuerza que está en ti.

domingo, 1 de abril de 2007

La sabiduría del Tao: El yoga de la luz

“Formar el alma hasta consolidarla en la unidad.
Regular la respiración hasta hacerla suave como la de un niño.
Purificar la visión interior hasta hacerla inmaculada…”
(TTK X)
“Cuando durante el reposo el espíritu tiene, en ininterrumpida duración, la sensación de una gran alegría, como si estuviera borracho o recién bañado, éste es un signo de que el principio luminoso es armónico en el cuerpo íntegro; ahí comienza a despuntar la Flor de Oro. Cuando luego, más adelante, todas las aberturas están quietas y la Luna de plata está en el medio del Cielo y tiene uno el sentimiento de que esta gran Tierra es un mundo de Luz y lucidez, éste es un signo de que el cuerpo del corazón se abre a la claridad. Éste es un signo de que la Flor de Oro se abre”
(El Maestro Lü Dsu en El Secreto de la Flor de Oro)