“Treinta rayos convergen en el cubo de una rueda
pero es de su vacío que depende la utilidad del carro.
Modelando la arcilla se hacen vasijas
pero es de su vacío que depende la utilidad de la vasija…”
(TTK XI)
Eres tú mismo no en lo que haces, sino en lo que no haces: en tu esencia consciente, más allá de los objetos sensibles, en tu puro ser luminoso y vacío desde el cual y en el cual eres vehículo del sentido de todo. Más allá del hacer, más allá del esfuerzo, más allá del logro y la realización, está la entrega, máxima y última identificación con la fuerza que está en ti.
miércoles, 4 de abril de 2007
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Esa es la naturaleza humana.
ResponderBorrarTe deseo unos dias en familia especiales
Un Saludo
Gracias, Jaime. Saludos.
ResponderBorrarEsto es precioso. Una delicadeza muy cierta, además.
ResponderBorrarGracias.
A veces se interpreta eso de la convergencia de los rayos de la rueda como una mención de la convergencia de los distintos caminos de sabiduría
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