“La enseñanza sin palabras
el valor de la acción inactiva
pocos son en este mundo
los que llegan a comprender su eficacia”
(TTKXLIII)
El hombre del Tao enseña por el Ser, no por el hacer, y sigue en el epigrama siguiente:
“Por esto quien se apega a las cosas sufre mucho desgaste
Quien atesora mucho, mucho pierde
Quien sabe contenerse no cae en el deshonor
Quien sabe fijarse límites no sufre daño…”
(TTK XLIV)
Para esto se requiere vencer el deseo por la plenitud interior y el gozo de esa plenitud.
lunes, 9 de abril de 2007
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