miércoles, 28 de febrero de 2007

El camino hermético 1

Introducción
Los Scripta Hermetica (Escritos Herméticos), o simplemente Hermetica, son un conjunto muy dispar de escritos producidos por autores desconocidos, en el ambiente propio de los templos egipcios durante el Imperio Romano. Esos templos eran reconocidos centros culturales y oráculos en los que circulaba mucha gente de todo tipo y de diversas nacionalidades: filósofos, maestros espirituales, comerciantes, políticos, todos ellos en una búsqueda de nuevas dimensiones espirituales y de respuestas a sus inquietudes. La lengua común era el griego; el helenismo fue la “globalización” de esa época. En torno a esos templos se agrupaban algunos maestros que daban lecciones y a veces los discípulos tomaban notas que luego el maestro revisaba; se fueron así generando escritos que circulaban dentro de grupos de jóvenes deseosos de aprender. Se trata de textos muy distintos: desde la magia a la astrología, la filosofía y la teología. Se los llama Hermetica porque sus autores se remiten al nombre de Hermes Trismegisto (Hermes tres veces Grande), un personaje real o imaginario que sintetiza y da autoridad a esas enseñanzas. Se genera, así, una tradición que ha llegado hasta nosotros como Hermetismo o Tradición Hermética, con muy dispares acentuaciones y grados de fidelidad. Lo común en esta tradición es la profesión de una espiritualidad personal, libre en su búsqueda, pero que se reconoce en esos textos antiguos. Es una tradición que se rodea de silencio o “hermetismo”, lo que es explicable dado que se trata de una experiencia personal, imposible de transmitir en palabras y que con frecuencia era marginal con respecto de una espiritualidad “oficial”. Andando los años, con el aumento del dogmatismo religioso, sus seguidores fueron frecuentemente acusados de “herejes” y hasta llevados a la hoguera.
Los textos agrupados en el Corpus Hermeticum (Cuerpo de escritos herméticos) pueden ser datados entre los siglos I y III d. C. Las recopilaciones de que disponemos constan por lo general de dieciocho tratados o libros (relativamente breves) y se las supone hechas a partir de un texto común recopilado por estudiosos y religiosos bizantinos, en Constantinopla, no antes del año 500 d. C. ni después del año 1050. Han llegado a nosotros en diversos manuscritos que se ubican entre los siglos XII y XIV. Por supuesto que dadas esas circunstancias de tiempo, son textos con múltiples diferencias y arreglos, a veces mal ordenados, pero con unidad de fondo.
Los tratados del Corpus Hermeticum reflejan una espiritualidad propia de la época en que fueron escritos, con influencia de distintas corrientes de la filosofía griega y que remiten a la espiritualidad vivida en diversos centros religiosos ubicados en Egipto. El tono espiritual es el de la gnosis, propia de esos años.
El Corpus Hermeticum constituye una revelación, una propuesta soteriológica, esto es, ordenada a la salvación, que a diferencia de lo que podría ser un descubrimiento, otorga a quien acoge la revelación que se le ofrece una cierta familiaridad con lo divino. El camino que propone lleva a la regeneración, a lograr que el hombre renazca por el Espíritu, más allá de las ataduras del cuerpo. En su conjunto, los distintos tratados del Corpus Hermeticum apuntan a una sólida espiritualidad gnóstica típicamente occidental. En torno a esta propuesta central, el Corpus agrega textos relacionados con la creación, el orden del universo, las fuerzas y debilidades del hombre, y otros muchos, con frecuencia dispares, que reflejan concepciones filosóficas propias de esa época; pero la intención central es siempre la de proponer un camino de iniciación en la gnosis por medio de la cual el hombre se libera de sus múltiples ataduras, entrando progresivamente en la vida de Dios.
Las dos mejores versiones críticas de los textos griegos de que disponemos son las de Scott y Ferguson y la de Nock y Festugière, que se citan en el texto que indico más abajo.

Bibliografía
Gonzalo Gutiérrez. Los orígenes de la filosofía hermética. Gnosis, regeneración y camino en el Corpus Hermeticum. Tunquelén, informe de investigación en curso.

3 comentarios:

  1. A veces no sé como expresar mi gratitud por tanta generosidad a la hora de compartir sus conocimientos.
    Gracias por explicar en tan pocas líneas, tantos siglos de conocimiento, y gracias también por expresarlo de una manera tan cercana, para que personas como yo, nos podamos acercar y comprender.
    Y de paso, también me da mucha alegría saber que han existido tantas personas intentando encontrar su propio camino.
    Experiencias desde el silencio.
    Moltes gracies. Muchas gracias.

    ResponderBorrar
  2. Gracias, Marlu. Voy a estar todavía un tiempo publicando sobre estas cosas. Me alegra que te guste.

    ResponderBorrar
  3. Eres muy sorprendente, Gonzalo. Eso es buenísimo.

    Lo que apunta está en los límites de mi conocimientos; los traté un poco en filosofía, apenas una reseña. Será un placer adentrarme en ellos en sus próximas entradas.

    Gracias y saludos.

    ResponderBorrar