Restregamos las palabras unas con otras para que salte la luz. Platón lo dice utilizando la expresión “metá tribés pasés”: “con mucho restregar”, como se hace con las piedras de pedernal para que salte la chispa. Es lo que hacemos en un blog:
“Hay, sin embargo, una cosa que puedo decir en lo que se refiere a quienes han escrito o escribirán pretendiendo saber el objeto de mi esfuerzo - ya sea que lo hayan escuchado de mí, o de otros, o encontrado por ellos mismos – y es que les es imposible, en mi humilde opinión, entender nada de eso. Por lo menos no hay sobre esto ningún escrito mío y no es previsible que lo haya nunca. Es algo que no se deja expresar en palabras, como otros conocimientos; solamente después de una familiaridad prolongada, una verdadera vida en común, de pronto – como al nacer la llama se enciende una claridad – aparece en el alma y en lo sucesivo se nutre a sí mismo”.
“Cuando se han restregado unos contra otros factores, nombres, definiciones, imágenes y sensaciones, cuando se los ha probado en discusiones benévolas y sin poner ningún énfasis ni en las preguntas ni en las respuestas, de pronto se produce, con gran trabajo, un trazo de luz, se concibe y comprende el objeto estudiado, si, por lo menos, uno ha estirado sus fuerzas tanto como le es posible al hombre.”
Platón. Carta VII, 7.341c - 7. 344b
martes, 5 de diciembre de 2006
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Gran metáfora: escribir es alumbrar, hacer saltar las chispas, frotar pedernales. Bello y cierto.
ResponderBorrarEl otro día conversando con MAX llegamos a idéntica conclusión, escribir sobre cualquier menudencia hasta que se enciende la mecha y nace la idea.
Es precioso. A veces, tengo la sensación paseando por las almas de los blogs que es posible encontrar pequeños destellos, chispas que encienden la luz para seguir nuestro camino.
ResponderBorrarY así vamos, de blog en blog, de alma en alma, de voz en voz.
Saludos cordiales.
La Carta VII la escribe Platón a los 75 años, cinco antes de morir, y la dirige a los amigos que ha dejado en Siracusa después de haberse afanado en enseñarle algo de filosofía al tirano Dionisio y su gente. El tono es de desengaño con respecto de su interés en la política y se recoge en una dimensión más mística del filosofar, como puede verse en este texto. Saludos. Gonzalo.
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