martes, 2 de enero de 2007

Vacaciones y veracidad

En nuestros países del sur estamos entrando al afiebrado período de vacaciones. Durante Enero y Febrero nada va, salvo la búsqueda de evasiones. Cuando veo la propaganda turística no puedo dejar de preguntarme sobre cómo está el "adentro" de esa gente en su afanoso impulso de salir: ¿hay paz, amor, confianza, esperanza, entrega....? Y no puedo dejar de plantearme la pregunta sobre si eso de las "vacaciones" no debiera ser algo más que unas fechas en las que se hace algo diferente. Las vacaciones como estado interior, como actitud ante todo lo que hacemos, como una manera distinta de hacer lo mismo que hacemos siempre. ¿No podríamos vivir en "estado de vacaciones"? ¿No sería esa actitud mucho más veraz?

6 comentarios:

  1. Se aplican muy bien a mi esas palabras ya que casi siempre estoy consumido por la prisa y el agobio.


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    Saludos.

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  2. En términos generales, yo diría que hay distintos factores que se combinan:
    - Un modo de ser cumplido y eficiente
    - Un tipo de trabajo dependiente en esa estructura que llamamos "oficina"
    - La necesidad (y/o deseo) de tener más
    - Las presiones sociales: familia, ambiente...
    Creo que existen vías de solución (esto es, yendo a la etimología, de "disolver" esos factores)

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  3. Los dos primeros. Estos seis meses que me esperan son exasperantes.
    Nada que no se solucione, leyendo, respirando profundo y haciendo deporte.

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  4. Quizás algunos afortunados puedan hacer lo mismo de siempre de modo diferente, como en estado vacacional.
    Lo malo, querido, es que vivimos en un mundo tan enmarañadamente entramado que los demás no me dejan.
    Si no me crees, pregúntale a mi jefe.

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  5. Lo de los jefes lo entiendo perfectamente bien. Yo los he suprimido, y el costo ha sido elevado: pero vale la pena.

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  6. Ese estado vacional interior, creo, tiene mucho que ver con depositar confianza en la propia vida, en que lo sucedido es lo que debe suceder, en dejarse llevar e ir loigero de equipaje... Una maravilla para quien lo consiga y un tremendo anhelo debien.
    Saludos afectuosos,
    Atticus.

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