lunes, 30 de noviembre de 2009

La plenitud de la vida

Tendemos a describir la plenitud de nuestra vida como lo vivido en nuestra época de adultos jóvenes, llenos del dinamismo de la madurez unida a la capacídad profesional. Digo que la plenitud de la vida está en la plenitud de cada momento y de cada edad: niños, adolescentes, juventud madura... también la edad mayor. La plenitud de la vida en la que solemos llamar "vejez": una hermosísima plenitud que debiéramos vivir plenamente, más allá de un cuerpo que presenta limitaciones. No son tantas: el envejecimiento corporal no va más allá del 1% anual a partir de los 30. El resto lo hacen nuestras descripciones lastimeras.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Espíritu

“Sin el Espíritu, Dios está lejano, Jesucristo queda en el pasado. El evangelio es como letra muerta, la Iglesia, una simple organización, la autoridad, una dominación, la misión, una propaganda. El culto, una evocación; el actuar cristiano, una moral de esclavos.
Pero con el Espíritu, el cosmos es exaltado y gime hasta que dé a luz el reino. El Cristo resucitado está presente; el evangelio es potencia de vida. La Iglesia significa la unión trinitaria, la autoridad, un servicio liberador; la liturgia, un memorial y una anticipación. El actuar humano es deificado”
(Patriarca Ignacio IV de Antioquía, en Uppsala, 1986)