miércoles, 12 de octubre de 2011

La ética protestante y el espíritu del capitalismo

La conversación anterior me recuerda el libro de Max Weber "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" y el dicho de un amigo profesor en Würtzburg: los alemanes del norte son protestantes, beben Coca Cola y viven trabajando y pidiendo perdón por sus pecados; los del sur son católicos, beben vino y viven en las plazas celebrando al Dios que salva. Weber dice que es ese espíritu de trabajo como redención que ha dado origen al capitalismo. Recuerdo una campaña en bien de los países en desarrollo que realizaban las parroquias de Hamburgo, llenando las calles con lienzos que rezaban "Die Kirche macht Sinn": la iglesia peca; es la doctrina de la justificación, basada especialmente en las cartas de Pablo a los gálatas y a los romanos. A mi parecer la cosa no va por ahí: no somos nosotros los que importamos, sino que el Dios en el cual vivimos, nos movemos y existimos. Allí, ser útil o inútil no hace diferencia.

Tesis teológicas

He recibido un comentario anónimo a mi entrada de este título del 15 de aagosto de 2006. Prefiero responder aquí para darle actualidad.
En esa entrada planateaba ciertos acercamientos de orden teológico, y quien me comentó dice que está preparando su tesis y desea enfocar el tema de qué hacer cuando uno se siente "siervo inútil". Diría que lo de "siervo inútil" puesto en boca de Jesús por el evangelista se refiere a la "utilidad" o "inutilidad" en lo que podríamos llamar en lenguaje evangélico "cosas de este mundo". En la perspectiva que Jesús llama "reino de Dios" no existe utilidad o inutilidad prácticas, sino que reina por encima de todo el servicio desinteresado de Dios y los demás. El foco no está puesto en lo que uno hace o no hace, sino que en la entrega en las manos de Dios y el servicio del otro. Mis saludos a quien hizo ese comentario.