domingo, 23 de mayo de 2010

En el límite

Hay cosas que solo se entienden cuando te encuentras en una situación-límite, en cualquiera de sus extremos: el de la exaltación o el de la aniquilación, el de la plenitud o el de la desesperanza, el del amor o el de la ausencia... Una situación-límite es aquélla en la que por fuerza debes saltar al vacío. Lo sabe un corredor cuando se enfrenta al "muro", un montañista que se acerca a la cima. Cualquiera de nosotros ante lo indecible, lo incomprensible, lo inabarcable, allí donde lo único que cabe es crear tú mismo tu propio ánimo. Lo hacemos mediante el manejo de nuestras emociones, aquellas disposiciones corporales dinámicas que definen los dominios de acción en que nos movemos. La fatalidad no existe como tampoco el triunfo; todo es emoción manejable... a no ser que prefiramos quedarnos sentados y depender de lo que "nos viene"